La angélica posee propiedades digestivas, carminativas, tonificantes, equilibrantes del sistema nervioso, diuréticas, expectorantes, estimulantes de la circulación sanguínea en las partes periféricas del cuerpo y antipiréticas.
La angélica se usa en los problemas de estómago, dificultades y lentitud en la digestión, gases, cólicos intestinales con vómitos. También es muy buena en los casos de ansiedad, problemas para dormir o de insomnio y en las jaquecas (dolor de cabeza).
Aumenta el apetito, facilita la digestión, aumenta la secreción de jugos gástricos, y elimina los gases y fermentaciones intestinales. Muy apropiada en el tratamiento de aerofagias y flatulencias.
Resulta muy útil en los casos de depresiones, neurosis, debilidad nerviosa, insomnio, nerviosismo, migrañas o jaquecas. Se recomienda también a estudiantes en época de exámenes, personas con estrés, convalecientes de enfermedades debilitantes, y, en general, a todas aquellas personas que tengan que superar alguna prueba difícil. Los baños con agua de angélica tienen un efecto muy saludable sobre el sistema nervioso.
Puede emplearse también como diurético suave.
Se emplea para la mala circulación sanguínea, dolor de piernas y varices.
El aceite esencial de angélica, extraído de sus semillas y utilizado vía tópica, para aliviar enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide.
Su aceite esencial también está indicado para la piel mate, las enfermedades de la piel, y la psoriasis, usado vía tópica (no ingerir).
Se usa para combatir la fiebre. Junto con sus propiedades estimulantes del sistema respiratorio, es una planta muy interesante para los procesos gripales y resfriados.
Está indicada para el asma, la tos, para curar resfriados y ayudar a superar enfermedades bronquiales.
Modo de empleo recomendado para infusiones:
Verter el contenido de una cucharada sopera en agua hirviendo y apartar del fuego. Tapar el recipiente y dejar reposar de 8 a 10 minutos. Si son raices, cortezas o semillas, hervir a fuego lento de 2 a 4 minutos. Colar y endulzar al gusto.
La angélica se usa en los problemas de estómago, dificultades y lentitud en la digestión, gases, cólicos intestinales con vómitos. También es muy buena en los casos de ansiedad, problemas para dormir o de insomnio y en las jaquecas (dolor de cabeza).
Aumenta el apetito, facilita la digestión, aumenta la secreción de jugos gástricos, y elimina los gases y fermentaciones intestinales. Muy apropiada en el tratamiento de aerofagias y flatulencias.
Resulta muy útil en los casos de depresiones, neurosis, debilidad nerviosa, insomnio, nerviosismo, migrañas o jaquecas. Se recomienda también a estudiantes en época de exámenes, personas con estrés, convalecientes de enfermedades debilitantes, y, en general, a todas aquellas personas que tengan que superar alguna prueba difícil. Los baños con agua de angélica tienen un efecto muy saludable sobre el sistema nervioso.
Puede emplearse también como diurético suave.
Se emplea para la mala circulación sanguínea, dolor de piernas y varices.
El aceite esencial de angélica, extraído de sus semillas y utilizado vía tópica, para aliviar enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide.
Su aceite esencial también está indicado para la piel mate, las enfermedades de la piel, y la psoriasis, usado vía tópica (no ingerir).
Se usa para combatir la fiebre. Junto con sus propiedades estimulantes del sistema respiratorio, es una planta muy interesante para los procesos gripales y resfriados.
Está indicada para el asma, la tos, para curar resfriados y ayudar a superar enfermedades bronquiales.
Modo de empleo recomendado para infusiones:
Verter el contenido de una cucharada sopera en agua hirviendo y apartar del fuego. Tapar el recipiente y dejar reposar de 8 a 10 minutos. Si son raices, cortezas o semillas, hervir a fuego lento de 2 a 4 minutos. Colar y endulzar al gusto.
Contiene gluten | No |
Apto diabetes | No |
Contiene lactosa | No |
Producto BIO | No |
Contiene huevo | No |